Posgrados en Educación: construyendo relaciones diferentes para el aprendizaje
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Posgrados en Educación: construyendo relaciones diferentes para el aprendizaje
Con el lanzamiento de una maestría profesionalizante y la experiencia de más de una década del doctorado enfocado a la investigación, el ITESO apuesta por la generación de conocimiento y relaciones diferentes para una sociedad mejor.
Yoana Rodríguez
Los retos del último y medio año han acentuado discusiones y debates, entre instituciones educativas, sobre los procesos de enseñanza y aprendizaje en todos sus niveles, haciendo de la labor de educadores e investigadores de la educación más necesaria que nunca.
Actualmente el ITESO oferta dos posgrados dedicados a la educación. De reciente creación está la Maestría en Educación y Convivencia, diseñada desde un abordaje innovador a nivel nacional como internacional donde la enseñanza va más allá de un salón de clases. Por su parte, el Doctorado Interinstitucional en Educación se distingue por su trayectoria enfocada a la investigación y en vinculación con tres universidades del Sistema Universitario Jesuita.
Pertenecientes al Departamento de Psicología, Educación y Salud, ambos programas conforman una fundamentada en la educación jesuita bajo el compromiso de formar profesionales capacitados, innovadores, éticos y responsables con su sociedad.
En entrevista con sus coordinadores, conversamos de los rasgos distintivos, tales como, la excelencia de los profesores, el acompañamiento a estudiantes, la construcción colectiva del conocimiento y presencia en eventos nacionales.
Nace un nuevo programa
La Maestría en Educación y Convivencia —inaugurada en Otoño 2021— recoge la trayectoria de los programas que le antecedieron, como fue la Maestría en Educación —uno de los primeros posgrados en el ITESO durante la década de los 80— la Maestría en Educación y Procesos Cognitivos, la Maestría en Educación y Gestión del conocimiento, así como, la Maestría en Gestión Directiva de Instituciones Educativas.
Bajo una perspectiva del cuidado de los procesos de enseñanza y apostando por la convivencia en las relaciones interpersonales, el programa se diferencia por su abordaje innovador que considera al aprendizaje más allá de un salón de clases o los espacios educativos institucionalizados. "Este nuevo programa es resultado de un análisis del contexto social y educativo respecto a las problemáticas más urgentes en la sociedad. Es una mirada al cómo aprendemos y cómo nos relacionamos para construir conocimiento", comparte la Dra. Liliana García Ruvalcaba, coordinadora del programa académico.
Como el resto de los carreras y posgrados del ITESO, la base es la educación jesuita y humanista desde las que se construye colectivamente y a partir de una perspectiva sociocultural. El abordaje de la convivencia suma una dimensión emocional que se preocupa por las relaciones de una comunidad, atravesada por otros temas como la cultura de paz, la perspectiva de género, la mediación entre la tecnología y el aprendizaje, interculturalidad, entre otros.
"Se trata de un programa de amplio espectro que no requiere una formación previa de educación, sino el desarrollo de un proyecto de acompañamiento en procesos de aprendizaje convivencial. Su objetivo es formar profesionales capaces de diseñar, desarrollar y evaluar procesos socioeducativos en escuelas, comunidades barriales, organizaciones no gubernamentales o empresas", apunta la profesora.
Experiencia en la formación de investigadores
Con 16 años de historia, el Doctorado Interinstitucional en Educación es un esfuerzo conjunto de las IBERO CDMX, Puebla y León. Por su naturaleza interinstitucional sus estudiantes se benefician al tener la posibilidad de llevar asignaturas de las otras universidades, así como la integración de comités formativos-evaluadores de las distintas instancias.
Al ser un programa cuyo propósito es formar investigadores socialmente comprometidos, que contribuyan al desarrollo de políticas y modelos para el mejoramiento continuo de la calidad en la educación, la vinculación entre profesores y estudiantes es fundamental para la conformación de nuevas generaciones en la investigación académica.
"Cuando un estudiante llega a un doctorado es porque tiene una vocación e interés definido por la generación de conocimiento. Aquí es donde se juntan las intenciones y se desarrolla un trabajo formal y serio", explica el Dr. Juan Carlos Silas, coordinador y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel 1.
De acuerdo con el también profesor, una de las mayores fortalezas que destacan a este doctorado es el acompañamiento a sus estudiantes durante la elaboración de su proyecto de investigación para la obtención de grado. Este sistema de tutorías es un sello distintivo de la instituciones jesuitas, que busca guiar y apoyar a los alumnos durante su estancia en la universidad.
Asimismo, las y los egresados señalan al trabajo continuo con sus tutores como uno de los espacios de mayor aprendizaje y crecimiento, así como los seminarios de evaluación a principios y mediados de año. "Ellos presentan sus avances ante un comité evaluador, integrados por profesores y otros compañeros, quienes retroalimentan de manera minuciosa, enfocada y propositiva", enfatiza el coordinador.
Desde 2012 el doctorado pertenece al Padrón del Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) y a partir de 2015 se distingue como Programa Consolidado, afirmándose, así como el doctorado en educación más completo a nivel nacional y el único perteneciente a una universidad privada.
Entre los eventos más importantes en el participan se ubica el Congreso Nacional de investigación Educativa, donde participan más de 40 miembros del programa, entre estudiantes y docentes. "En 2017 fuimos el segundo lugar después de la UNAM en volumen de participación", destacó el coordinador.
Apuesta por la excelencia académica
El cuerpo docente se integra por profesores e investigadores con experiencia en proyectos de aprendizaje convivencial tanto en ámbitos escolares, como comunitarios, de empresas, organizaciones de la sociedad civil. Con conocimientos en metodologías participativas, cultura de paz, interculturalidad, inclusión, perspectiva de género, tecnologías y arte.
El ITESO se coloca como líder entre las universidades privadas de la región por su apuesta a la investigación sólida y socialmente pertinente. De su cuerpo académico hay que destacar que en 2021 son 70 académicos miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), siendo el departamento de Educación uno de los de mayor porcentaje.
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Estudiar en el ITESO implica aprender y experimentar prácticas desde la colaboración, diversidad y horizontalidad, una apuesta donde todos tenemos algo que aportar que generen oportunidades y soluciones a los retos del mundo.