Método COIL: una alternativa a la internacionalidad académica

Gabriel Urrea 
Comunicación DGA

En los últimos años la internacionalización se ha entendido más allá del intercambio geográfico de estudiantes. Hoy se buscan relaciones de colaboración y experiencias de aprendizaje intercultural, cada vez más relevantes para la formación universitaria.

La metodología COIL (por sus siglas, Collaborative Online International Learning), es una práctica innovadora que ofrece experiencias interculturales independiente de la ubicación geográfica de los estudiantes. Se propicia el aprendizaje intercultural a través de proyectos internacionales, de forma virtual, que incentivan competencias de trabajo colaborativo y desarrollo de pensamiento crítico en los estudiantes. 

"COIL no es crear nuevas asignaturas, sino tomar las que existen y pensar cómo se puede trabajar a partir de ellas colaborativamente para que puedan complementarse en un proyecto de aplicación. Bajo esta metodología, dos asignaturas completamente distintas, como una administrativa y una ingeniería, pueden converger para crear un producto en el que conocimientos de ambas se integren", detalla Paula Zulaica Gómez, Directora del Departamento de Lenguas de ITESO.

De acuerdo al recuento en materia de internacionalización del ITESO del periodo escolar de primavera 2020 al presente, 261 alumnos se inscribieron a una materia COIL. En total son 26 grupos de materias que tienen actividades con otra universidad en el extranjero.

Para conformar este tipo de proyectos Zulaica Gómez explica que lo primero es poner en contacto a los dos profesores que trabajarán juntos, "a partir de ahí se hacen parejas o tríos con compañeros de ambas universidades, se combinan los objetivos de las asignaturas para llegar a un proyecto común en el que las capacidades y metas converjan, y al final cada profesor califica a sus propios alumnos", apunta la directora, quien cuenta con experiencia internacional en Boston University, Simmons Collage y San Jose State University, entre otras.

"Lo padre de las experiencias COIL es que no solo colaboran los alumnos sino también los profesores", subraya y añade que son iniciativas con ventajas logísticas pues se trabaja con los mismos profesores en las mismas horas de trabajo, únicamente bajo una modalidad distinta.

Los mayores beneficiarios son los alumnos. La metodología COIL apoya el modelo educativo que sigue ITESO, donde los estudiantes se ponen al centro de la formación al ser ellos quienes trabajan, desarrollan y colaboran con los demás compañeros, mientras que los profesores cumplen con la función de guiar y ayudar, mas no controlar.

La directora enfatiza que la parte humana no se deja de lado en estos proyectos, al contrario, se refuerza. "Precisamente porque pones a trabajar a dos actores de dos contextos completamente distintos, donde intervienen factores socioeconómicos y culturales, y que creas espacios ideales para dialogar problemáticas globales, desde la vista macro y la percepción local. No creo que pueda existir un proyecto más cercano a la visión jesuita, en el que aprendes y conoces al otro", subraya.

Para aquellos docentes que deseen integrar la metodología COIL en sus materias es necesario acercarse a la Oficina de Internacionalización y comenzar el proceso.