Liberemos el conocimiento
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Liberemos el conocimiento
Democratizar el conocimiento, especialmente en un contexto de crisis climática y pandemia global, es apostar por el principio de que el saber crece cuando se comparte y éste se construye desde diversos espacios, en distintos idiomas, geografías y contextos.
Carmen Díaz Alba
Académica del Departamento de Formación Humana
¿Alguna vez te ha pasado que encuentras el artículo perfecto para tu investigación, pero tienes que pagar para leerlo? ¿Te han invitado a enviar tu texto a una revista científica, pero te piden una "cuota"? El contexto de pandemia y la forzosa educación a distancia puso nuevamente sobre la mesa la discusión en torno a los derechos de autor, el acceso abierto a los resultados de investigación y la importancia de la democratización del conocimiento.
El acceso abierto significa que la literatura científica debería publicarse de forma gratuita en internet, para que quienes tengan interés en leer, descargar, distribuir y usar estos textos (legalmente) no tengan barreras financieras.1 Esta idea no es nueva; ya en 2003 se publicó la declaración de Berlín sobre Acceso Abierto al Conocimiento en las Ciencias y las Humanidades,2 y desde entonces muchas universidades y centros de investigación se han sumado a esta iniciativa.3
La Red de Ciencia Abierta y Colaborativa para el Desarrollo (OCSDNet) lanzó en 2015 un manifiesto con siete valores y principios para una ciencia abierta, inclusiva y que impulse el bienestar social y ambiental. El primero de ellos plantea que se promueva el conocimiento como bien común, pues afirman que el conocimiento crece cuando se comparte. El segundo invita a pensar la justicia cognitiva y la importancia de integrar diversas formas de saber. En tercer lugar, reconoce la desigualdad en la producción y distribución del conocimiento. El cuarto principio refiere a la creación de oportunidades para la participación en el proceso de investigación. La colaboración equitativa entre científicos y actores sociales es el quinto principio. El sexto incentiva mecanismos inclusivos de información y comunicación, aprovechando las tecnologías accesibles de código abierto. Y finalmente, el séptimo principio se centra en el papel que juega el conocimiento en la mejora del bienestar social y ambiental.4
América Latina es una región con un alto porcentaje de revistas científicas en acceso abierto, que difunden sus contenidos a través de iniciativas regionales como AmeliCA, Redalyc, SciELO y Latindex. A esto se suman los repositorios institucionales, como el de ITESO, y de editoriales universitarias, tanto públicas como privadas, que buscan difundir la producción académica de forma gratuita. Un ejemplo muy interesante es la campaña en torno al acceso abierto que ha impulsado CLACSO, el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, una red que agrupa instituciones de investigación y posgrado.5
En el marco de su XXV Asamblea General (Medellín, 2015), publicó la Declaración por el Acceso Abierto al Conocimiento Gestionado como un Bien Común,6 donde promueve un modelo de acceso abierto al conocimiento como bien común, abogando por una ciencia abierta que permita que quienes necesitan acceder o difundir el conocimiento puedan hacerlo sin tener que pagar por ello. En su librería y red de bibliotecas virtuales, se pueden encontrar miles de textos de libre descarga. Tiene también un canal de video CLACSO TV que permite difundir conferencias, diálogos y documentales con un público amplio y cuenta además con un grupo de trabajo sobre bienes comunes y acceso abierto al conocimiento.7
Aquí puedes ver un video de PHD Comics (en inglés) que explica qué es y por qué es importante el acceso abierto en las publicaciones académicas.
Aunque muchas universidades han asegurado el acceso a artículos de revistas científicas a través del pago de licencias, con el tiempo se han vuelto cada vez más caras y difíciles de sostener. Por eso, hay que celebrar el trabajo que están realizando colegas de la biblioteca de ITESO en talleres formativos, donde advierten sobre el fenómeno de las "revistas depredadoras",8 y ponen a disposición de la comunidad universitaria enlaces a recursos abiertos, no solo en lo que se refiere a textos académicos, sino también a materiales audiovisuales que pueden ser muy útiles en los procesos de aprendizaje, como películas y documentales latinoamericanos de libre acceso.9
Desde Wikipedia a las licencias como Copy Left y Creative Commons hay cada vez más alternativas para la democratización del conocimiento. La editorial española Traficantes de sueños, por ejemplo, utiliza la licencia Creative Commons, que permite copiar, distribuir y descargar libros desde su página web, porque creen que "el conocimiento y las expresiones artísticas se producen a partir de elementos previos y contemporáneos, gracias a las redes difusas en las que participamos. Están hechas de retazos, de mezclas, de experiencias colectivas; cada persona las recompone de una forma original, pero no se puede atribuir su propiedad total y excluir a otros de su uso o replicación."10
El conocimiento no puede ser una mercancía. Democratizar el conocimiento, especialmente en un contexto de crisis climática y pandemia global,11 es clave para que pensemos en colectivo cómo resolvemos problemas urgentes. Y eso implica necesariamente que fomentemos el acceso abierto a las publicaciones académicas; y al mismo tiempo esto nos permitirá ver que el conocimiento se construye desde diversos espacios, en distintos idiomas, geografías y contextos.
Referencias:
[1] https://openaccess.mpg.de/2365/en
[2] https://openaccess.mpg.de/Berlin-Declaration Puede consultarse la versión en español en el sitio: https://openaccess.mpg.de/67627/Berlin_sp.pdf
[3] Una lista de firmantes de la declaración está disponible en: https://oa2020.org/mission/#eois
[4] https://ocsdnet.org/wp-content/uploads/2015/04/Manifesto-Infographic-Spanish-1.pdf
[5] http://biblioteca.clacso.edu.ar/accesoabierto/
[6] http://www.clacso.org.ar/conferencia2015/documentos/asamblea/declaraciones/4-Declaracion-de-CLACSO-sobre%20el-acceso-abierto-al-conocimiento-gestionado-como-un-bien-comun.pdf
[7] https://www.clacso.org.ar/grupos_trabajo/detalle_gt.php?ficha=877&s=5&idioma=
[8] https://www.elsevier.com/es-es/connect/actualidad-sanitaria/revistas-depredadoras-que-son-y-como-afectan-a-la-integridad-de-la-ciencia
[9] https://biblio.iteso.mx/colecciones/electronicas/recursos-abiertos
[10] Aclaran que "cultura libre" no necesariamente es sinónimo de "cultura gratis", pues efectivamente la producción editorial implica gastos, por lo cual tienen una campaña de donación que permita seguir liberando contenidos.
[11] https://www.clacso.org/conocimiento-abierto-en-tiempos-de-covid-19-y-cambio-climatico-lecciones-aprendidas-en-america-latina-para-la-ciencia-abierta-y-su-evaluacion/