Nuevos caminos a la innovación
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Nuevos caminos a la innovación
Roberto Osorno, investigador del ITESO, desarrolla un proyecto que crea alternativas para que empresas, organizaciones y personas con recursos limitados accedan a metodologías, técnicas y herramientas para la innovación.
Gina Falduto
En los últimos años se ha vuelto común escuchar sobre la innovación. Desde el ambiente empresarial hasta las agendas gubernamentales, el tema se ha posicionado en la toma de decisiones en instituciones diversas. Sin embargo, la mayoría de estos organismos practican métodos tradicionales, siguiendo las herramientas académicas más populares. Entonces ¿cómo innovar en el campo de la innovación?
El proyecto de investigación "Ecosistemas de innovación abierta, basados en la tecnología, para aumentar el valor en el modelo de negocio en las PYMEs", coordinado por el Dr. Roberto Osorno, profesor del Departamento de Electrónica, Sistemas e Informática, encuentra una manera disruptiva de abonar a este campo.
Los modelos tradicionales de innovación promueven la desigualdad entre las empresas, pues estos solo pueden ser usados efectivamente por aquellas organizaciones que ya cuentan con recursos. Si bien los hace más competitivas en el ambiente que se desenvuelven, profundizan la desigualdad de oportunidades entre empresas.
"El proyecto explora alternativas que permitan a las empresas, organizaciones y a las personas con recursos limitados acceder a metodologías, técnicas y herramientas que les permitan innovar. Estamos cuestionando el status quo de los procesos de innovación que se han llevado durante los últimos 50 años y que están siendo impulsados por los organismos internacionales más importantes", comenta el académico miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
A diferencia de los modelos clásicos, la innovación abierta no se basa en el retorno de inversión a corto plazo. Los proyectos que presenta entregan valor de formas más variadas, dando muchos más beneficios en una lógica de inversión a largo plazo y con retorno de valor más allá del económico. El investigador explica que uno de los desafíos más fuertes que se han trabajado es medir el valor que entrega este modelo de innovación y hacerlo tangible para que quien invierta sepa qué esperar de un proyecto así.
Frente a estas problemáticas, los objetivos de la investigación se han centrado en la creación de herramientas concretas para implementar en este tipo de contextos, así como el desarrollo de metodologías para el diseño de plataformas que sustenten de manera eficiente los emprendimientos que entran a estos ambientes. Además, buscan determinar el ciclo de vida y procesos para detonar un buen ecosistema de innovación y emprendimiento en economías emergentes. Todo esto para entender con claridad los intercambios y propuesta de valor que hay en estas circunstancias, para que los stakeholders puedan saber qué valor se va a derramar.
El proyecto ya cuenta con impacto internacional y aplicaciones en Kenia y Nicaragua, siendo ejemplar este último caso. El proyecto nicaragüense ha crecido durante 4 años y se ha convertido en un caso interesante, con 9 centros de innovación, alineados con industria, universidades y gobierno, creando un caldo de cultivo que ya está detonando resultados. A partir de estos, se dan cuenta que el modelo funciona para crear condiciones suficientes para el proceso de colaboración, acompañado de los componentes tecnológicos de la plataforma propuesta. Esto permite que el modelo sea replicado en otros contextos.
"Detonamos con lo que hay. Cada economía debe desarrollarse de manera independiente pero conectada, esa es la lógica de la innovación en red y de las plataformas. El proyecto tiene efectos multiplicadores importantes en estas condiciones", apunta el profesor sobre la diferencia de este proyecto frente a otras investigaciones simultáneas. Las acciones derivadas del proyecto (capacitaciones, cursos, encuentros, iniciativas de los centros de innovación) elevan la presencia de los estudiantes inmersos en el proceso, mientras las empresas se vinculan con las universidades, y ambos sectores transforman sus prácticas e implementaciones a través de la participación de sus integrantes en los centros de innovación. La simultaneidad crea una base para que se pueda tener un retorno de inversión sustentable.
El proyecto ha permitido posicionar al ITESO en un entorno de empresas de alta tecnología y se ha esforzado por romper el paradigma de la vinculación académica con las empresas. "Tenemos un vínculo directo del aula a la empresa", afirma el académico, a la vez que informa sobre la actual aplicación de las prácticas de innovación abierta en el clúster empresarial dentro del Instituto Jalisciense de Tecnologías de la Información (IJALTI). Esta nueva fase es un "extrapolación sin precedente", pues se cambia el foco de la universidad a las empresas, abriendo el panorama de usuarios del proyecto.
El alcance también se ha derivado en cuestiones fundamentales para el ITESO. Se cuenta con un Diplomado en Innovación Disruptiva, varias tesis de maestría con colaboración internacional, participación de estudiantes de diversos grados y áreas, facilitadores del ITESO en Nicaragua y el IJALTI, por mencionar algunos.
Para conocer más sobre el proyecto se puede visitar la plataforma piloto Open Innovation Garage y al equipo de trabajo.