El suicidio: un problema de salud pública
Detalle BN6
- Inicio
- El suicidio: un problema de salud pública
El suicidio: un problema de salud pública
En el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, recordamos que atender nuestra salud mental debe ser una tarea indispensable e impostergable.
Karina Osorno Hinojosa
Oficina de Publicaciones
Desde el 2003, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció al 10 de septiembre como el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, con el objetivo de que las naciones del mundo implementen y promuevan acciones para prevenirlo.
Informes de la Organización Panamericana de la Salud (PAHO), señalan que desde que se declaró a la covid-19 como una pandemia mundial —en marzo del 2020— más individuos afrontan situaciones de pérdida, sufrimiento y estrés; además que los factores de riesgo del suicidio se han incrementado durante los meses de confinamiento.
Inmersos en la crisis, los grupos de mayor riesgo son el personal médico y profesionales de la salud, personas con enfermedades mentales, adultos mayores, niños, niñas y adolescentes; así como familiares y personas cercanas a víctimas de suicidio.
Lo complejo de acceder a la atención de salud física y mental, dificultades económicas, relaciones familiares conflictivas, trastornos mentales e incremento en el consumo de alcohol y otras sustancias, son algunos de los factores y escenarios de mayor riesgo.
Datos de la OMS del 2019 indican que, en el mundo, más de 700 mil personas, 1 de cada 100, lograron quitarse la vida deliberadamente, y en la población de 15 a 29 años, el suicidio es la cuarta causa de muerte.
Por su parte, la tasa de suicidio masculino superó por más del doble a la de las mujeres (12.6 mil en hombres y 5.4 mil en mujeres).
En 2020, el año en que comenzó la pandemia, datos de la OMS, el INEGI y la SEGOB arrojaron que mientras que en el mundo la tasa de suicidio se redujo en un 36 %, en América se mantiene al alza en 17%. México presentó el mayor incremento de suicidios y el índice crece de manera continua y preocupante. Del 2010 al 2013 creció de 4.3 a 5.0 y de 2013 al 2019 de 5.0 a 5.7.
Los datos arrojados por la Encuesta Nacional de Salud revelan que en 2019 y 2020 la tasa de suicidios de niñas, niños y adolescentes alcanzó un máximo histórico de 12% al pasar de 4.63 mil a 5.18 mil. Durante ese año se reportaron mil 150 casos.
Atender nuestra salud mental es tarea indispensable e impostergable. La detección temprana, el seguimiento y el abordaje transdisciplinar del fenómeno suicida constituyen soluciones potenciales y formas de intervención adecuadas a la realidad.
¿Te interesa saber más?
El ITESO cuenta con una serie de obras en las que han trabajado académicas y académicos que estudian de manera profunda e interdisciplinar el fenómeno, sus factores de riesgo y modelos de prevención y solución. Puedes encontrar algunos en acceso abierto y otros con costo en nuestra tienda virtual:
En el Repositorio Institucional del ITESO (REI) en formato de acceso abierto:
- Prevención del suicidio, un imperativo social
- Creencias Culturales sobre el suicidio infantil en padres de familia del área metropolitana de Guadalajara
- Tesis. El fenómeno suicida, un problema actual: emociones y circunstancias previas al intento de suicidio en hombres adultos jóvenes del área metropolitana de Guadalajara.
En nuestra librería virtual: